miércoles, 12 de octubre de 2011

MARCA REGISTRADA


La presente columna constituye un tributo a uno de los genios más trascendentes de nuestra época, sin duda me refiero al Sr. Steve Jobs (q.e.p.d.), quien no sólo se caracterizó por sus múltiples creaciones, sino también por ser una persona que priorizaba la protección de la propiedad intelectual. Para quien no conoce su historia, Steve Jobs prácticamente creó de la nada y sin una carrera profesional (pero con mucho talento y trabajo) la empresa Apple, la cual inició en la cochera de su casa en donde creó la primer computadora Apple, caracterizándose por siempre pensar en las necesidades del consumidor. Dentro de su legado podemos mencionar las computadoras Mac (que destacan por su calidad), el iPod (dispositivo que desplazo a los Walkman), los iTunes (con los que convirtió a Apple en la vendedora de música número uno del mundo, desplazando a Walmart), el iPhone (que simplemente revolucionó el mundo de la telefonía móvil, desplazando a marcas como Nokia, Sony Erickson, o Motorola), el más reciente iPad (con el que creó un mercado no explorado), entre otros, preocupándose siempre por el blindaje adecuado de la propiedad intelectual de sus creaciones, prueba de ello son las más de 300 patentes que registró y un litigio que actualmente sostiene Apple vs Google por una patente. Steve Jobs no solamente tuvo el talento para crear productos innovadores y con gran éxito en el mercado, sino que también tuvo la visión de siempre ocuparse de proteger la propiedad intelectual de los mismos, lo cual otorgó a su empresa Apple una plusvalía significativa. Mientras Apple cuenta con más de 300 patentes, Microsoft no suma más de 20. Steve Jobs también se dio el lujo de crear Pixar, la productora que revolucionó la animación cinematográfica, y que luego de comprarla en 10 millones de dólares a George Lucas a mediados de los ochenta y de producir películas como la mencionada Toy Story, Monsters Inc., o Buscando a Nemo, fue vendida en 2006 a Disney por más de cinco mil 200 millones de euros, algo que pudo hacer al proteger correctamente su propiedad intelectual, que en realidad fue por lo que pagó Disney. Por todo ello, por su talento en temas tecnológicos, por su habilidad como diseñador, por su conocimiento de marketing, por tener siempre la visión de proteger su propiedad intelectual, por su ejemplo, por su legado, GRACIAS STEVE JOBS... ¡hasta la próxima!

Fuente: El Siglo de Torreón.com.mx

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