martes, 10 de enero de 2012

NOTICIA ECUADOR: TRAMITES ENGORROSOS PARA SOLICITAR UNA PATENTE

Largos trámites para conceder patentes a inventos nacionales

El hijo del famoso luthier Hugo Chiliquinga recibió la patente que solicitaron con su padre.

El lector braille para textos digitales es una creación, aparentemente de pequeñas dimensiones pero que aportará de manera significativa a las personas con dificultades de visión en el Ecuador.

El ecuatoriano Kleber Villa es el creador de este equipo que es parte de un proyecto de graduación de la Escuela Politécnica Nacional. También es dueño de la patente otorgada por el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI) en el 2011.

Este es uno de las cinco invenciones que el IEPI califica como tales en promedio cada año a las creaciones ecuatorianas. La directora de patentes, Ketty Vélez, reconoce “que son pocas las inventivas en el país, pero son de un alto nivel y utilidad al país”.

En el Ecuador, durante el 2011, se presentaron casi 1000 solicitudes de patentes ante este organismo estatal. Solo el 10% cumplió con los requisitos para ser aprobadas. El mayor porcentajes de certificados de patentes se otorga a productos o creaciones internacionales.
Durante el periodo 2005 -2010, el IEPI concedió 239 certificados a productos internacionales y 17 nacionales. “Esto se debe a que muy poco inventos cumplen con una calidad inventiva alta y además que el número de solicitudes nacionales no llega ni al 5% anual”, aseguró Vélez.

Hugo Chiliquinga hijo, obtuvo uno de los certificados a finales del 2011 por el invento de su padre, el famoso luthier Hugo Chiliquinga Espín. Los dos diseñaron una nueva forma de producir una tapa armónica para guitarra de concierto.

“Este producto hace que el instrumento suene de manera única. Al inicio, el IEPI nos negó la solicitud, argumentando que no existe nada nuevo en una guitarra”, cuenta Chiliquinga. Pero lo que esta familia logró patentar fue la forma de construir esa tapa (ver foto) y el sonido que esta produce al ser tocada.
Tanto Chiliquinga como Villa trabajaron en la construcción de sus inventos desde el 2003 aproximadamente y empezaron con los trámites en el 2006. Toda patente debe cumplir con los requisitos de novedad, nivel inventivo y aplicación industrial, para que se la catalogue como relevante en el área tecnológica.

El promedio del tiempo para conceder una patente es de aproximadamente tres a cuatro años, dependiendo de la complejidad tecnológica, los documentos que solicita el examinador al solicitante para realizar la verificación y el tiempo de ‘silencio’ (de 18 meses) para investigar o esperar si aparece una solicitud para un invento similar.

El IEPI quiere fomentar el aumento de solicitudes nacionales, por lo que está capacitando a universidades para que cada proyecto de grado sea una nueva patente en el país.
Esto significaría seguir los pasos de Miguel Yapur, docente de la Escuela Politécnica del Lirotal, quien obtuvo la primera patente universitaria en el 2005.

Este ingeniero electrónico logró convertir un motor a gasolina a electricidad y se lo adaptó a un triciclo. (ver foto) En el Ecuador cinco universidades han conseguido estos certificados.




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