sábado, 17 de septiembre de 2011

Dos profesores de filosofía litigan por la paternidad de sus ideas
Un juzgado de Oviedo admite una demanda por la autoría de 4.000 comentarios en internet



No es habitual que los tribunales diriman litigios sobre la propiedad intelectual donde el demandante y el demandado, tras mantener una estrecha colaboración profesional en la elaboración de proyectos y trabajos de investigación en común, hayan terminado disputando, en un juzgado, la paternidad de las ideas que sirvieron de base para la difusión de su iniciativa literaria, sin mediar una relación laboral entre ellos. Y ya hay un caso en Oviedo.
Un juzgado de lo Mercantil de la capital asturiana ha admitido a trámite la demanda interpuesta por el abogado ovetense Gonzalo Botas en representación de la doctora en Filosofía, Violeta V. Á., contra el profesor de Filosofía de la Universidad de Vigo, Jesús G. M. y contra dos empresas editoriales, radicadas en Galicia, una de las cuales es propiedad del denunciado.
Violeta V.A. les acusa de haberse presuntamente apropiado de las ideas contenidas en los 4.000 comentarios que, a través del correo electrónico, le iba remitiendo y que el demandado supuestamente incorporó en sus publicaciones, sin que ella les hubiera dado su consentimiento, al desconocer, según su versión, que estaban siendo difundidas.
La demandante es filósofa y ensayista. Según su relato, en 2006 contactó con una de las editoriales para ver las posibilidades de que le publicaran su tesina. Su responsable era el profesor Jesús G. M. que publicó el trabajo. A partir de ahí, ambos empezaron a mantener una relación “intelectual” a través de correos electrónicos. Según la demanda, se intercambiaron un total de 4.000 correos en dos años, en los que hablaban de la constitución de una teoría literaria elaborada a partir del sistema del materialismo filosófico.
De estas conversaciones surge, según consta en la demanda, una colaboración por motivos profesionales “pero nunca de naturaleza laboral”, que dura hasta abril de 2008. Violeta V. Á. sostiene que siempre contestó a los correos “de buena fe”, donde le planteaba todo tipo de preguntas. Mantiene que Jesús G. le decía que las ideas eran “de los dos, fruto de sus diálogos, que ella le pasase sus ideas porque eran muy útiles para la teoría literaria”.
Conflicto Sin embargo, según expone la demandante en su escrito de demanda, mientras ella citaba a Jesús G. M. en sus trabajos, artículos y conferencias, así como en sus libros, pensando que “con ello promocionaba la teoría que ambos estaban forjando”, él presuntamente se apropiaba de sus ideas como si fueran exclusivamente suyas y con su única autoría, ya que, al ser editor, “podía publicar con facilidad todo lo que quisiese en su propia editorial”.
En septiembre de 2006, el editor y profesor de Filosofía, creó el Foro de Hispanismo, dependiente primero de su editorial, y posteriormente, tras la desaparición de la empresa, pasó a depender de otra editorial –también demandada-, donde, según la demanda, profesores y estudiantes exponían sus dudas sobre estas materias que, según expone la demandante, eran resueltas por ella misma.
Violeta V. trabajaba como investigadora de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Salamanca y había sido discípula del filósofo Gustavo Bueno. La demandante adjunta en el escrito de demanda los correos que ambos se intercambiaron como prueba documental que refuerza la autoría intelectual de esas ideas. En uno de ellos incluso el demandado le comunica que “ha leído su trabajo y que gracias a él puede mejorar “un capítulo de mi libro”. La mejora, según Gonzalo Botas, es en un “plagio textual del trabajo”.


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